EL UNIVERSO DE LOS PEQUEÑOS SUEÑOS
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EL UNIVERSO DE LOS PEQUEÑOS SUEÑOS. CUENTO VERSIFICADO.
Cada vez veía más cercano el suelo y no me estaba precipitando al vacío… estaba menguando. Maldije el momento en que me escondí con las galletas de la abuela, con tanta ansiedad y con tan poca consciencia. Empecé retando mi figura ante un espejo y al final del proceso con mirarme en una gota de agua tenía suficiente para darme cuenta de que no era nadie o estaba a punto de no serlo. Y sólo tenía catorce años, cara de púber, vello en la cara y muchas ganas de galletas. Pero antes de la cestita recuerdo el sofá en el que acostumbraba a dormir las siestas. Y en estas recordaba el sueño en que se repetía la entrada de una especie de hada madrina que me decía: soy toda tuya, pídeme un deseo, y yo le respondía: ser invisible y meterme en los escotes de las chicas. Ahora soy diminuto como una hormiga y todo lo entiendo. Aparece mi prima en la cocina, la de los cinco novios y dueña de mis deseos. Estoy escondido, rodillas flexionadas detrás del plumero. Espero que lo coja para saltar a su seno y sin presentaciones saciar mi segundo anhelo. El primero ya ha cambiado: quiero regresar a mi estado aunque no reciba ni un beso.
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