Nazco de nuevo
Metido en tu vientre nazco de nuevo,
me baña el sol de quirófano
por vez primera
pero no me lesiona,
y salgo al mundo crecido
ahorrándome los dolorosos años
de aprendiz
tras la adolescencia.
Sin referencia ni pasado,
lo sé,
ni crimen ni castigo,
lo asumo,
ni culpable por lo que siento,
lo siento,
ni asesino por lo que digo,
lo intuyo.
Te exijo amante y madre,
que yo no la tuve,
y familia en un ser único
y equilibrio en el vahído
y desgana en el hambre,
te exijo.
A cambio pintaré en tus labios una sonrisa de mujer eterna
con colores robados al miedo cuando salí por aquella puerta.
No es mucho siendo nada.
Metido en tu vientre
nazco de nuevo
como tantas otras veces
que se enciende la mañana.
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