Otro Sant Jordi más en Barcelona aunque sea un par de horas, acompañado de Quico Palomar, su guitarra y sus ilustraciones. Gracias a la bibliocinemusiteka y a Raquel, de apellido irreproducible para mí, que me ofrece, sin haberme editado el libro, la oportunidad de difundirlo. Te debo una, Kel.